Un texto atrasado, varios resfríos y fotos del maestro.

El texto que está abajo lo hice justo volviendo de Berlín, pero luego el resfrío me fue ganando y la poca energía que tuve, la usé en recorrer la ciudad, a pie, durante varias horas al día, lo que me dejaba poco tiempo. Además he tenido que escribir mucho más para el Blog de Indo, y eso también ha ocupado mis tiempos de escritura, pero sin embargo, no quería que la entrada que estaba preparando quedara fuera, así que la publico ahora.

Ahora estoy mejor, de hecho, Kidu y yo volvimos el Sábado de Roma, después de un viaje interminable que comenzó saliendo del hotel a las siete y media de la mañana y cruzando la puerta de la guarida casi a la misma hora de la tarde, porque ambos aeropuertos, Ciampino en Roma y Beauveais en Paris, quedan a 40 y 50 minutos de distancia del centro de cada ciudad, respectivamente.

Ahora el turno del resfrío es de Siervi y Kidu, que cada cierto rato se preocupan de subrayar su condición con todo tipo de interjecciones y lamentos. Después de una abundante cena que incluyó vino y raclette, como casi siempre, cada uno se apilguó en la cama, el sillón y la mesa (la mesa me tocó a mi, porque claro, es el lugar menos cómodo y como tuve que, además de cocinar, lavar la loza, no alcancé un mejor lugar) y comenzamos a trabajar en nuestras cosas. Yo no quiero decir nada, pero a mi ya me están dando ganas de poner a calentar una tarta de pommes que está en el refri… Además Kidu no se aguantó, y en Roma compró un enorme Panettone relleno de chocolate al cual sé que no se resistirán si lo ven en la mesa al lado de un tazón de te humeante.

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Prometo que haré lo posible para escribir esta semana sobre Roma, aunque ya saben que lo que tengo que decir es bastante menos alentador que la vez anterior.

«Me resfrié. La semana pasada estuvimos en Berlín y los cambios de temperatura me pasaron la cuenta, porque cuando hablamos de frío y humedad Berlín tiene mucho que decir. Estar construida sobre un lago subterráneo produce casi todos los días al menos un 80% de humedad. A las cuatro y media comienza a oscurecer y cuando la luz desocupa al aire, éste se llena de una bruma leve que moja el pavimento y las cosas. Las noches no son nítidas, son difusas, como vistas a través de una lágrima o de un cristal empañado.

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Ya en el avión sentía que se avecinaba la congestión, pero esta vez previne que mi cuerpo se resentiría por las oleadas de frio de un otoño inusual y traje miles de Tapsin Caliente día y caliente noche, elixir que cura milagrosamente las dolencias gripales de todos los chilenos y porque no decirlo, también de turistas, que luego de probar las bondades de este producto mas humilde que una sopita de pan, terminan llevándose en la maleta mas tapsines que indios pícaros o chanchitos de greda de Pomaire.

Entonces, me bajo del avión en Orly, nos reunimos con Siervi en Antony. En el camino nos arma un panorama noctámbulo, tipo cumbia en…Belleville? Que van a haber chilenos, una sonora, Estefani, un tal Diego que reparte comida en una bicicleta que alguien se robó de una tienda de deportes y Jodorowski, que está haciendo un ENP porque después de su estrepitoso fracaso en la psicomagia se está dedicando a la ciencia, específicamente a la investigación de los mecanismos neuronales en los niveles molecular y celular, o algo así.

La noche terminó con nosotros en el Noctilien camino a la guarida, un chileno ebrio que no era ninguno de nosotros, un gomero enorme y un negro dormido, apoyado en el hombro de Siervi.

Llegamos a la casa a las cuatro y media de la mañana. Yo me comí una sopa de noodles y los chicos, semi ebrios después de dos litros de cerveza cada uno, se peleaban el baño en un desahogo diurético que hizo que ambos orinaran en la calle, antes de llegar.

Si, lo hicieron, yo estaba sobria y los vi, no pueden negarlo.

Berlin, Densa, profusamente histórica e histérica, trágica, indefinida e indefinible, es Berlín.

Sin duda hay muchas Alemanias, porque un pueblo que ha golpeado su cabeza contra la pared hasta destruirse, termina irremediablemente fundando una nueva nación en cada uno de los fragmentos que dejó. Porque la Alemania de los judíos, no es la misma Alemania que su propio devenir dejó dividida en lugares antagónicos, no es la misma Alemania que terminó vencida tras su sueño megalomaníaco, no es la misma Alemania del muro, no es la misma Alemania de la vergüenza, no es la misma Alemania contracultural del Okupa, o la filosófica de la Escuela de Frankfurt. Hay muchas Alemanias, y no sé en cual de ellas estuve, porque ella tampoco sabe decir su nombre en voz alta, o levantar una bandera, cantar un himno, reconocerse a sí misma. Hay una sombra gruesa, que no es la bruma que cae cuando anochece. Hay pudor del pasado y eso se siente en el aire como un zumbido, como un aleteo de pájaros, como un crepitar de fuego que suena perenne en el aire y que recuerda que allí algo pasó, algo que no debe repetirse jamás. Con esa música subterránea se recorre Berlín. Con danzas de muertos que se desnudan y dejan la ropa colgada en monumentos, en memoriales, con cenizas de libros que aún arden en el espíritu de los mas altos fuegos, con semillas partidas en dos, con bocas abiertas rodeadas de cemento…

 

Para mi no hay, y nunca habrá una Alemania mas allá de la guerra, porque no debe haberla. No debe ser blanqueada la sangre, no debe ser burlada la memoria. Mas allá de los hitos, mas allá del turismo del horror, mas allá de los imágenes que intentan sintetizar la masacre, negando todo lo que dejan fuera, hay un dolor irrepresentable, y Alemania jamás debe dejar de ser su testimonio”

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Kidu en el Muro de Berlín15491972_10209664392461535_337402985_o15536820_10209664395661615_1967016180_o

Placa que recuerda el lugar donde el muro fue emplazado. Ubicar ambos pies a un lado de la linea permite tener un pie en la Alemania oriental y otro en la occidental. 15540523_10209664373141052_591519178_o

Puerta de Brandemburgo

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Yo, en la Isla de los Museos, casco histórico de Berlin.

Hubiera podido escribir mucho mas ese día, pero en honor a la verdad mi creatividad fue coartada por el hecho de tener que insertar reservas de pasajeros en la planilla.

Dejo varias fotos, para que digan lo que yo, aún intentándolo mucho, me demoraría años en decir.

Hasta pronto!